Con esta carta de presentación, el atacante colombiano Teófilo Gutiérrez acrecienta las ilusiones generadas. El segundo refuerzo cuenta las sensaciones de su llegada a la Argentina, demuestra la motivación por jugar en Racing y afirma cuál será su aporte en el equipo de Russo. Pasen, lean y conozcan al próximo ladero de Giovanni Moreno en la “Academia”.
De pocas palabras, pero resonantes. Introvertido, pero demostrativo a la vez. Así se lo escucha y ve a Teófilo Gutiérrez. Y así contó cómo fue su arribo al país. “Argentina me recibió muy bien, es un país muy futbolero. El presidente, el vicepresidente, el cuerpo técnico de Racing, los compañeros me recibieron bien y estoy con muchas expectativas”, explica el jugador de 25 años de edad.
Admirador del fútbol criollo, admite haber cumplido un sueño: “Para mi el fútbol argentino es uno de los mejores del mundo, por lo que se transpira, las hinchadas, los partidos se viven día a día, los clásicos van a muerte. En Colombia siempre me gustaba ver el fútbol argentino, los programas. Me parece que enseña muchas cosas. Y el jugador colombiano siempre quiere estar acá y dejar una huella”. Además, agrega su perspectiva del torneo que se viene: “Hay buenos clubes y se están armando muy bien. Pero el que esté concentrado será el campeón. Nosotros, con humildad y seriedad, esperamos aportar todo el talento que tenemos a la institución”.
A pesar de ser una experiencia más en su carrera, Gutiérrez sabe dónde recaló. “Aquí presionan mucho no te dejan mover, no te dan ni un metro en defensa. Hay que tener buen recorrido en la cancha, buena ubicación y saber antes lo que vas a hacer”, advierte como si cargara en el lomo dos o tres temporadas argentinas. Es que, claro, su compatriota Giovanni Moreno ya lo habrá asesorado.
Sin embargo el hombre oriundo de Barranquilla no le teme a los conceptos de nuestro juego. Para contrarrestarlos describe e impone su estampa: “Me sé ubicar dentro de la cancha, soy fuerte, tengo mucha técnica, sé pivotear y marco muchos goles”, afirma con cierta autoridad, para el deleite de Miguel Russo que necesita justo eso: goles. Y argumenta: “En Barranquilla (en la segunda división de Colombia), convertí casi cincuenta goles. Luego llegué al Junior y marqué 30. En el 2009 fui el cuarto goleador del mundo”. Enseguida busca aclarar su frustrado paso por el Trabzonspor turco de la primera división, en la última temporada: “En lo futbolístico me fue bien. Hice diez goles en trece partidos. El problema fue que mi familia no se pudo adaptar a la vida de allá”. Además clavó los tres tantos en la Supercopa de Turquía, para el triunfo 3-0 de su equipo y alzar el trofeo. Aunque luego empezó a desinflarse de a poco.
Hoy, para Teófilo Gutiérrez todo es ilusión, esperanza, y un comenzar de nuevo. En el camino, el destino lo ha cruzado con un conocido, un compañero de los últimos tiempos. “Es un placer jugar con Giovanni Moreno. El ‘Flaco’ es un muy buen jugador, excelente. Lo ha demostrado acá y en la selección”, dice pensando en una dupla que haga estragos en la “Academia”. Sin ataduras, se embala con esa posibilidad: “Ya nos conocemos de la selección. El sabe cuándo le marco una jugada y yo sé cuándo él (Giovanni Moreno) va a lanzar un pase gol”.
La nueva figura de Racing puede desempeñarse como nueve o segunda punta. Lo importante ya lo vendió: mete goles. Primero se ocupará de no quedar preso de sus palabras, luego de dónde se acomodará. “Voy a jugar dónde el técnico decida. Hablé poco (NdeR: se reunió con Russo en el Hotel donde se aloja, ni bien llegó), cosa de nosotros. Hablaremos en la cancha…”, sentencia.
Firme en sus convicciones, desliza un semblante típico del hombre que sabe cuál es su misión. No esconde que el cambio de clima le hizo bien. Se lo nota tranquilo y contento. Y con él, Racing está feliz.
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